Juan Luís Mátuz

Juan Luis Matuz García es un joven violinista chiapaneco que actualmente radica en la Ciudad de México, donde fundó la agrupación Antiqva Metropoli, una alineación musical que se dedica a interpretar música del periodo barroco.

Destaca que el proyecto Antiqva Metropoli es su primer gran amor y que es un ensamble que se formó hace once años en los pasillos de lo que era la Escuela Nacional de Música, ahora conocida como la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de México.Entrevistado en su visita al estado de Chiapas, el hijo del maestro José de Jesús Matuz Marina, director del Conjunto Folklórico Magisterial, explica que el estilo musical de su agrupación está ubicado en la corriente de la música históricamente informada.

Todo se originó al salir de un ensayo del Cuarteto Revueltas al que pertenecía. En aquella ocasión expresó su inquietud por la música barroca a un violonchelista que había estudiado en Mónaco y quien compartía su sentir. A partir de ahí (2008) nació la idea de formar un grupo que ejecutara este tipo de música.Añade que cuando empezaron con las presentaciones no tenían un nombre oficial sino que eran conocidos como el Ensamble Barroco Universitario. Después de unos meses, decidieron llamarse Antiqva Metropoli.

Comenta que la idea de la alineación es continuar con un movimiento muy fuerte en todo el mundo, el cual inició en Europa hace más de 90 años cuando los músicos de cuerdas empezaron a notar que hay un magnífico desarrollo en cuanto a la técnica del violín, a la vez admirados de que en los distintos periodos se tocara igual. A partir de ahí se inicia un movimiento y un acercamiento a los tratados que fueron escritos en el siglo XVI después del Renacimiento.

Los tratados de música, abundó, eran elaborados por grandes compositores que hacían una especie de Guitarra Fácil de aquella época, donde explicaban cómo se debía tocar la música. Entre estos compositores estaban el padre de Wolfgang Amadeus Mozart, Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli, Johan Sebastian Bach y otros que decían cómo se debían tocar sus composiciones.Refirió que dicho movimiento empezó a hacerle caso a esa música y a regresar a ciertas raíces de la ejecución del instrumento. En ese sentido, señala, los que están en este periodo historicista “queremos recrear la música tal y como se hacía en esos siglos, y para ello utilizamos cuerdas de tripa de cordero y la afinación en hertz como se utilizaba en aquellos días, que era a 415”.

Explica que también utilizan arcos de estilo Corelli que tienen la curva totalmente al revés en comparación con los que se usan hoy en día. Además utilizan la tiorba, que tiene 14 cuerdas, y el clavecín, que es el “abuelito” del piano, entre otros elementos, para darle ese sentido que buscaban los compositores.

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